Segunda
Guerra Mundial, conflicto militar que comenzó en 1939 como un
enfrentamiento bélico europeo entre Alemania y la coalición franco-británica,
se extendió hasta afectar a la mayoría de las naciones del planeta y cuya
conclusión en 1945 supuso el nacimiento de un nuevo orden mundial dominado por
Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La II Guerra Mundial requirió
la utilización de todos los recursos humanos y económicos de cada Estado y fue
un conflicto único en los tiempos modernos por la violencia de los ataques
lanzados contra la población civil y por el genocidio (el exterminio de judíos,
gitanos, homosexuales y otros grupos) llevado a cabo por la Alemania
nacionalsocialista (nazi) como un objetivo específico de la guerra. Los
principales factores que determinaron su desenlace fueron la capacidad
industrial y la cantidad de tropas. En los últimos momentos de la lucha se
emplearon dos armas radicalmente nuevas: los cohetes de largo alcance y la
bomba atómica. No obstante, el tipo de armamento empleado durante casi todo el
enfrentamiento fue similar al de la I Guerra Mundial, aunque con ciertas
mejoras. Las principales innovaciones se aplicaron a las aeronaves y a los
carros de combate.
Causas de la guerra
Francia,
Gran Bretaña y Estados Unidos alcanzaron, por su parte, los objetivos previstos
en el conflicto iniciado en 1914. Habían logrado que Alemania limitara su
potencial militar a una cifra determinada y reorganizaron Europa y el mundo
según sus intereses. No obstante, los desacuerdos políticos entre Francia y
Gran Bretaña durante el periodo de entreguerras (1918-1939) fueron frecuentes,
y ambos países desconfiaban de su capacidad para mantener la paz. Estados
Unidos, desengañado con sus aliados europeos, que no pagaron las deudas
contraídas en la guerra, inició una política aislacionista.
Ascenso del facismo
Uno
de los objetivos de los vencedores de la I Guerra Mundial había sido hacer
del mundo un lugar seguro para la democracia; la Alemania de posguerra (cuyo
régimen es conocido como la República de Weimar) adoptó una Constitución
democrática, al igual que la mayoría de los estados reconstituidos o creados
después de la contienda. Sin embargo, en la década de 1920 proliferaron los
movimientos que propugnaban un régimen basado en el totalitarismo nacionalista
y militarista, conocido por su nombre italiano, fascismo, que prometía
satisfacer las necesidades del pueblo con más eficacia que la democracia y se
presentaba como una defensa segura frente al comunismo. Benito Mussolini
estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista.
Agresión alemana a Europa
Hitler
inició su propia campaña expansionista con la Anschluss (en alemán, ‘anexión’ o
‘unión’) de Austria en marzo de 1938, para lograr la cual no hubo de hacer
frente a ningún impedimento: Italia lo apoyó, y los británicos y franceses, intimidados
por el rearme de Alemania, aceptaron que Hitler alegara que la situación de
Austria concernía a la política interior alemana. Estados Unidos había limitado
drásticamente su capacidad para actuar contra este tipo de agresiones después
de haber aprobado una ley de neutralidad que prohibía el envío de ayuda
material a cualquiera de las partes implicadas en un conflicto internacional.
En septiembre de 1938,
Hitler amenazó con declarar la guerra para anexionarse la zona de la frontera
occidental de Checoslovaquia, los Sudetes, con sus 3,5 millones de ciudadanos
de lengua alemana. El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain,
inició una serie de conversaciones que concluyeron a finales de mes con el
Pacto de Munich, en el que los checoslovacos, instados por británicos y
franceses, renunciaban a los Sudetes a cambio de que Hitler se comprometiera a
no apoderarse de más territorios checos. No obstante, este acuerdo no tardó en
convertirse en un apaciguamiento infructuoso: Hitler invadió el resto de
Checoslovaquia en marzo de 1939. El gobierno británico, alarmado por esta nueva
agresión y las amenazas proferidas por Hitler contra Polonia, se comprometió a
ayudar a este país en el caso de que Alemania pusiera en peligro su
independencia. Francia también estableció un tratado de defensa mutua con
Polonia.
La otra vertiente de la
política de apaciguamiento tenía como protagonista a la URSS. Iósiv Stalin, el
máximo dirigente soviético, había ofrecido ayuda militar a Checoslovaquia
durante la crisis de 1938, pero su proposición no fue tenida en consideración
por ninguna de las partes del Pacto de Munich. Ahora que existía la amenaza de
una guerra, ambos bandos procuraban obtener la alianza soviética, pero fue
Hitler el que realizó la oferta más atractiva. El Pacto Germano-soviético se
firmó en Moscú en la madrugada del 23 de agosto de 1939. En el comunicado hecho
público al día siguiente, Alemania y la URSS acordaban no luchar entre sí;
existía, no obstante, un protocolo secreto en el que se concedía a Stalin
libertad de acción en Finlandia, Estonia, Letonia y en el este de Polonia y en
Rumania.
Supremacía del Eje. 3 de septiembre de
1939.
El número de tropas de
las fuerzas alemanas y polacas era prácticamente similar. Hitler envió 1,5
millones de soldados y el mariscal polaco Edwar Rydz-Smigly esperaba reunir 1,8
millones de hombres. Sin embargo los alemanes contaban con seis divisiones panzer
(‘acorazadas’) y cuatro divisiones motorizadas; los polacos sólo disponían de
una brigada acorazada, una motorizada y algunos batallones de carros de
combate. Las Fuerzas Aéreas alemanas estaban formadas por 1.600 aeronaves de
último modelo, mientras que la mitad de los 935 aviones polacos eran obsoletos.
Guerra relámpago
La
estrategia polaca consistía en una rígida defensa de toda la frontera y preveía
varias semanas de escaramuzas preliminares con los alemanes. No obstante, ambos
cálculos resultaron incorrectos. En la mañana del 1 de septiembre, oleadas de
bombarderos alemanes atacaron las líneas férreas y bloquearon la movilización
polaca. Durante los cuatro días siguientes, dos grupos militares —procedentes
de Prusia Oriental y Silesia, respectivamente— abrieron el paso a las unidades
de avance acorazadas que se dirigían con rapidez hacia Varsovia y Brest. En
esto consistía la blitzkrieg (en alemán, ‘guerra relámpago’): desplegar de
forma simultánea fuerzas acorazadas, aviación e infantería para realizar un
movimiento en forma de pinza y envolver al enemigo en un breve espacio de
tiempo, conquistando Dinamarca, Polonia, Noruega, Los países Bajos, y Francia.
Francia
El 20 de mayo, el grupo
panzer tomó la ciudad francesa de Abbeville, situada en la desembocadura del
río Somme, y comenzó a avanzar hacia el norte a lo largo de la costa. Hacia el
26 de mayo, los británicos y los franceses se vieron obligados a retroceder
hasta una estrecha playa que se encontraba en los alrededores de Dunkerque. El
rey belga, Leopoldo III, capituló al día siguiente. Destructores y pequeñas
embarcaciones de todo tipo consiguieron evacuar de Dunkerque a 338.226 hombres
en un salvamento heroico propiciado por la actitud del general alemán Gerd von
Rundstedt, que ordenó a sus carros de combate que se detuvieran a fin de
preservarlos para la siguiente fase de la operación.
La campaña contra Francia
comenzó el 5 de junio. Italia declaró la guerra a Francia y Gran Bretaña el 10
de junio. La Línea Maginot, que sólo dejaba a merced del enemigo la frontera
con Bélgica, no había sufrido el más mínimo daño, pero el comandante de las
fuerzas francesas, el general Maxime Weygand, no disponía de ningún medio para
proteger París por el norte y el oeste. El 17 de junio, el mariscal Henri
Philippe Pétain, nombrado jefe de gobierno el día anterior solicitó un
armisticio, que fue firmado el 22 de junio, en el que se acordó que Alemania
controlaría el norte y la franja atlántica de Francia. Pétain estableció la
capital de su gobierno en Vichy el 1 de julio, en la zona no ocupada del
sureste, y constituyó así uno de los regímenes colaboracionistas más
significativos de cuantos se crearon durante la II Guerra Mundial.
Inglaterra
En el verano de 1940,
Hitler dominaba Europa desde el noruego cabo Norte hasta los Pirineos. Su único
enemigo activo —Gran Bretaña, gobernada desde mayo por un nuevo primer
ministro, Winston Churchill— juró continuar la lucha. El Ejército británico
había abandonado la mayor parte de su armamento en las playas de Dunkerque.
Stalin no pensaba desafiar a Hitler. Ante la caída de Francia, Estados Unidos
inició el primer reclutamiento realizado en tiempo de paz de toda su historia e
incrementó considerablemente su presupuesto militar.
Los alemanes confiaban
en vencer a los británicos obligándoles a que se rindieran por falta de
suministros. La batalla del Atlántico comenzó en junio de 1940 y en ella se
recurrió a la guerra submarina para cortar el transporte de suministros
británicos. Los alemanes contaban ahora con bases submarinas en Noruega y
Francia. En los primeros momentos del conflicto, disponían únicamente de 28
submarinos, pero se estaban construyendo muchos más.
El método más rápido de
acabar con los británicos era una invasión, pero esto implicaba cruzar el canal
de la Mancha; Hitler no se arriesgaría a emprender esta acción a menos que se
neutralizara antes a la Royal Air Force (Fuerzas Aéreas Reales británicas o
RAF). Por lo tanto, la batalla de Inglaterra se desarrolló en el aire, no en
las playas. Los alemanes bombardearon puertos, aeródromos y ciudades británicas
durante agosto y parte de septiembre de 1940, pero los daños causados, si bien
graves para la población civil, resultaron poco decisivos desde el punto de
vista militar previsto por los alemanes, por lo que el 17 de septiembre de
1940, Hitler pospuso la invasión de las islas Británicas indefinidamente.
Los Balcanes y África (1940-1941)
En realidad, Hitler había
comunicado a sus generales a finales de julio de 1940 que la siguiente ofensiva
tendría lugar en la URSS. El Führer pensaba que los británicos continuaban
combatiendo porque esperaban que estallara un conflicto entre Alemania y la
URSS; una vez que se hubiera derrotado a los soviéticos y las posiciones
británicas en la India y Oriente Próximo se vieran amenazadas, Gran Bretaña
firmaría la paz. Persuadido por sus asesores militares, Hitler pospuso la ofensiva
sobre la Unión Soviética hasta la primavera para eludir las dificultades
climáticas que hubieran supuesto realizarla durante el invierno.
Mientras tanto, Mussolini
había emprendido en septiembre de 1940 un ataque sin éxito sobre Egipto —bajo
dominio británico— desde la colonia italiana de Libia y había intentado invadir
Grecia un mes después con resultados similares. En respuesta a esta última
operación, los británicos ocuparon los aeródromos de Creta y Grecia. Para
impedir que los aviones británicos tuvieran a su alcance los campos
petrolíferos de Ploieşti (Rumania), Hitler comenzó a preparar una campaña
contra Grecia en noviembre.
A principios de 1941,
las fuerzas británicas obligaron a los italianos a replegarse sobre Libia, y
Hitler envió al general Erwin Rommel en el mes de febrero con una fuerza con
dos divisiones de carros de combate, el Afrika Korps, para ayudar a sus aliados
italianos.
Debido a que las tropas
alemanas necesitaban cruzar Rumania y Hungría para llegar hasta Grecia y la
Unión Soviética, Hitler logró incluir a ambos estados en la alianza del Eje en
noviembre de 1940; Bulgaria se unió en marzo de 1941. Cuando Yugoslavia se negó
a adherirse al Eje, Hitler ordenó la invasión de este país.
Estados Unidos y Japón
Mientras tanto, las relaciones
entre Estados Unidos y Japón continuaban deteriorándose. En septiembre de 1940,
Japón obligó al gobierno francés de Vichy a entregarle la zona norte de
Indochina. Estados Unidos respondió a esta acción prohibiendo la exportación de
acero y combustible a los japoneses. Éstos firmaron un pacto de neutralidad con
la URSS en abril de 1941 para prevenir un ataque soviético en el caso de que
entraran en conflicto con Gran Bretaña o Estados Unidos mientras se apoderaban
de territorios en el sur y este de Asia. Cuando Alemania invadió la URSS en
junio, los dirigentes japoneses sopesaron la posibilidad de romper el acuerdo y
unirse a la ofensiva desde el este, pero finalmente optaron por ocupar el sur
de Indochina el 23 de julio. Dos días después, Estados Unidos, Gran Bretaña y
los Países Bajos congelaron los activos japoneses para impedir que Japón
pudiera adquirir petróleo, lo que a la larga inutilizaría por completo a su
Armada y sus Fuerzas Aéreas.
Alemania y la URSS
En la mañana del 22 de
junio de 1941, más de 3 millones de soldados alemanes iniciaron la invasión de
la URSS. Stalin, cuya confianza en el poderío militar soviético se había
tambaleado tras la guerra con Finlandia, prohibió toda respuesta o reacción por
miedo a provocar a los alemanes. Además, el Alto Mando soviético había llegado
a la conclusión de que la guerra relámpago, tal y como se había llevado a cabo
en Polonia y Francia, no podría ponerse en práctica en la URSS; ambos bandos se
limitarían a mantener pequeños combates a lo largo de la frontera, al menos
durante varias semanas. El Ejército soviético contaba con 2,9 millones de
soldados en la frontera occidental y era dos veces superior a los alemanes en
carros de combate y diez veces en aeronaves. Muchos de sus tanques estaban
anticuados, pero otros, concretamente los T-34, eran mucho más sofisticados que
los alemanes.
Pearl Harbor
Cuando el general Tojo
Hideki fue nombrado primer ministro a mediados de octubre, decidió que el día
29 de noviembre era la fecha límite para que su país aceptara un pacto sin
guerra. El plazo fijado por Tojo, que se mantenía en secreto, significaba que
la guerra era prácticamente segura.
El Ejército y la Armada
japonesa habían desarrollado una estrategia basada en realizar ataques rápidos
en Birmania, la península Malaya, Indias Orientales y Filipinas y establecer un
cinturón defensivo en la zona central y suroccidental del Pacífico. Esperaban
que Estados Unidos les declarara la guerra, pero no creían que estuvieran
dispuestos a prolongar la contienda durante mucho tiempo. Su máxima
preocupación era la flota estadounidense del Pacífico, establecida en Pearl
Harbor (Hawai).
Pocos minutos después
de la ocho de la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941 aeronaves japonesas
trasladadas en portaaviones bombardearon Pearl Harbor. Hundieron cuatro
acorazados y causaron daños a cuatro más en un ataque que duró menos de dos
horas. Estados Unidos entró en guerra con Japón el 8 de diciembre; Alemania e
Italia declararon la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre.
Frente ruso y resistencia de
Stalingrado
La zona más conflictiva
en esos momentos era el frente ruso, donde los alemanes tomaron nuevamente la
iniciativa en el verano de 1942 en las ofensivas sobre el sur de Leningrado,
así como sobre las proximidades de la ciudad de Járkov y de la península de
Crimea. Era tal la fe de Hitler en la victoria en 1941, que ordenó detener la
fabricación de armas y municiones para el Ejército de Tierra y reconvirtió
estas industrias para que fabricaran materiales para las Fuerzas Aéreas y la
Armada. La producción de armamento para el Ejército se había reanudado en enero
de 1942, pero esta remesa no llegaría al frente hasta finales del verano. Por
otro lado, la producción de armas soviética fue aumentando progresivamente
desde comienzos del nuevo año; además, la base industrial de la URSS era mayor
que la alemana.
Hitler sabía que no podría
llevar a cabo una nueva ofensiva total sobre tres objetivos. Algunos de sus
generales proponían que se aguardara un año hasta que se volviera a reorganizar
al Ejército, pero Hitler estaba decidido a conseguir la victoria en 1942, por
lo que intentó obligar al mando soviético a sacrificar al grueso de su Ejército
para defender las minas de carbón de la cuenca del Donets y los campos de
petróleo de Caucasia.
La URSS atravesó la situación
más difícil de la guerra a finales de julio de 1942, cuando tras la retirada
rusa los alemanes estuvieron en condiciones de avanzar a lo largo del Volga,
por detrás de Moscú, y de adentrarse en Caucasia. El 28 de julio, Stalin hizo
un llamamiento a sus tropas para que libraran una guerra patriótica por Rusia.
A finales de agosto convocó a sus dos mejores militares, Zhúkov, que había
organizado la contraofensiva de Moscú en diciembre de 1941, y el general
Alexandr M. Vasilevski, jefe del Estado Mayor del Ejército, para tomar una
decisión sobre Stalingrado. Éstos propusieron derrotar al enemigo bloqueando a
sus tropas en la ciudad mientras se reunían los medios para lanzar un
contraataque.
Ofensiva aliada en África
La situación comenzó a
cambiar en el norte de África el 31 de agosto de 1942 cuando Rommel atacó la
línea británica situada al oeste de El-Alamein. El nuevo comandante británico,
el general Bernard Law Montgomery, lanzó una ofensiva el 23 de octubre y forzó
la retirada de Rommel; las tropas estadounidenses y británicas que luchaban a
las órdenes del general Dwight David Eisenhower comenzaron a llegar a Marruecos
y Argelia el 8 de noviembre; los estadounidenses se establecieron en Casablanca
y Orán, y los británicos en Argel. Los alemanes enviaron refuerzos a la ciudad
de Túnez y ocuparon toda Francia. Consiguieron que el V Ejército Acorazado,
dirigido por el general Jürgen von Arnim se presentara a tiempo de frenar a
Eisenhower en el oeste de Tunicia hacia mediados de diciembre. Rommel se
adentró en el sureste de Tunicia a principios de febrero de 1943 y lanzó un
ataque contra las tropas estadounidenses el 14 de febrero, obligándolas a
abandonar el paso de Kasserine, una posición vital. Éste fue su último éxito y
no pudo aprovecharlo. Hitler le reclamó en marzo debido a que las fuerzas de
Estados Unidos y Gran Bretaña se aproximaban desde el oeste y el sur. Los
275.000 hombres que componían las fuerzas alemanas e italianas quedaron
aislados de sus bases de Bizerta y Túnez; finalmente se rindieron el 13 de
mayo.
Conferencia de Therán
A finales de noviembre,
Roosevelt y Churchill viajaron a Teherán para mantener su primer encuentro con
Stalin. El presidente y el primer ministro ya habían aprobado un plan —su
nombre en clave era Overlord (‘Jefe Supremo’)— para lanzar una ofensiva
cruzando el canal. Roosevelt estaba completamente a favor de llevar a cabo el
proyecto a principios de 1944, tan pronto como las condiciones atmosféricas lo
permitieran. Durante la Conferencia de Teherán, Churchill objetó que
consideraba prioritaria la situación de Italia y las posibles nuevas campañas
en los Balcanes y el sur de Francia, pero perdió la votación frente a Roosevelt
y Stalin. La operación Overlord fue fijada para mayo de 1944. Una vez concluidas
las conversaciones, el Estado Mayor Conjunto convocó a Eisenhower, que se
encontraba en el Mediterráneo, para asignarle el mando del Cuartel General
Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas (Supreme Headquarters Allied
Expeditionary Forces, SHAEF) con el fin de que organizara y llevara a cabo la
invasión a través del canal.
La Conferencia de Teherán
marcó el apogeo de la alianza entre el Este y el Oeste en tiempo de guerra.
Stalin acudió a la reunión como un líder victorioso; la URSS estaba recibiendo
grandes cantidades de ayuda en préstamos y arriendos procedentes de Estados
Unidos a través de Múrmansk y el golfo Pérsico; y la decisión de emprender la
operación Overlord satisfizo finalmente la demanda de un segundo frente, que
tanto habían reclamado los soviéticos. A su vez, aumentó la tensión a medida
que los ejércitos soviéticos se fueron aproximando a las fronteras de algunos
pequeños estados de Europa oriental. Stalin había roto las relaciones
diplomáticas con el gobierno polaco en el exilio —con sede en Londres— e
insistió en Teherán, tal y como lo había hecho anteriormente, en que la
frontera soviético-polaca de la posguerra debería ser la establecida después de
la derrota de Polonia ocurrida en 1939. Tampoco ocultó su irritación cuando Churchill
propuso un ataque británico y estadounidense sobre los Balcanes.
Normandía o Día “D”
El 6 de junio de 1944,
el Día D, el I Ejército de Estados Unidos, dirigido por el general Omar Nelson
Bradley, y el II Ejército británico, mandado por el general Miles C. Dempsey,
establecieron cabezas de playa en Normandía, la costa francesa del canal de la
Mancha. La resistencia de los alemanes fue firme, y las bases militares para
los ejércitos aliados no eran tan buenas como se había esperado. La enorme
superioridad aérea de los aliados en el norte de Francia impidió a Rommel
movilizar a sus limitadas reservas. Además, Hitler estaba convencido de que el
desembarco de Normandía era una estratagema y que la invasión principal tendría
lugar al norte del río Sena. Por este motivo, se negó a dejar partir a las
divisiones que se encontraban allí e insistió en que llegaran refuerzos de
otras zonas distantes. A finales de junio, Eisenhower disponía de 850.000
hombres y 150.000 vehículos en Normandía.
Liberación de Francia
El 24 de julio los estadounidenses
y los británicos seguían aislados en la cabeza de playa de Normandía, que había
ampliado hasta incluir Saint-Lô y Caen. Bradley comenzó con la ofensiva al día
siguiente lanzando un ataque desde Saint-Lô. A partir de este momento el frente
se expandió rápidamente y Eisenhower agrupó a sus fuerzas. Montgomery asumió el
mando del II Ejército británico y del I Ejército canadiense. Bradley
se puso al frente del XII Grupo de Ejércitos, que acababa de entrar en acción y
estaba compuesto por el I y III Ejércitos, mandados por los generales Courtney
H. Hodges y George Smith Patton, respectivamente.
Una vez que los estadounidenses
se dirigieron hacia el este la primera semana de agosto, se formó una bolsa
alrededor del V y VII Ejércitos Panzer al oeste de Falaise. Los alemanes
consiguieron mantener la posición hasta el 20 de agosto; después, se retiraron
cruzando el Sena. Los estadounidenses liberaron París el 25 de agosto junto con
las fuerzas de la Francia Libre y la resistencia interior, lideradas por
Charles de Gaulle.
Mientras tanto, las tropas
estadounidenses y francesas habían llegado a la costa meridional de Francia (al
sur de Marsella) el 15 de agosto, y establecieron contacto con las fuerzas de
Bradley en las proximidades de Dijon la segunda semana de septiembre.
Conferencia de Yalta
En esos momentos, los
ejércitos soviéticos se encontraban en el río Oder, a 60 km al este de
Berlín. Habían aniquilado la línea alemana del Vístula y se aproximaban a la
costa del Báltico, al este de Danzig (en la actualidad Gdańsk), en enero de
1945; hacia el 3 de febrero ya controlaban la zona del Oder. Stalin iba a
reunirse con Roosevelt y Churchill en Yalta (Crimea) desde el 4 al 11 de
febrero, y tenía en su poder toda Polonia y Berlín. En el transcurso de la
Conferencia de Yalta, Stalin aceptó declarar la guerra a Japón en un plazo de
tres meses, que comenzaría a partir de la rendición de Alemania, a cambio de
ciertas concesiones territoriales en Extremo Oriente.
Los estadounidenses y
los británicos no estaban de acuerdo en la forma en la que proceder contra
Alemania. Durante un encuentro celebrado en Malta poco antes, Montgomery había
propuesto que se lanzara un rápido y único ataque, llevado a cabo por el
ejército del general británico, desde el norte de Alemania hasta Berlín.
Deseaban que la mayor parte de los suministros aliados le fueran asignados a
Montgomery, lo que significaba que los estadounidenses sólo desempeñarían una
labor defensiva. En el plan de Eisenhower, que finalmente prevaleció, se daba
prioridad a Montgomery, pero los ejércitos de Estados Unidos también
participaban en la acción.
Rendición de Alemania
Hitler decidió esperar
el desenlace final en Berlín, donde aún podía manipular a los escasos altos
mandos que quedaban. La mayor parte de sus colaboradores políticos y militares
abandonaron la capital para dirigirse hacia el norte y sur de Alemania,
seguramente para no estar al alcance de los soviéticos. Hitler se suicidó en su
búnker de Berlín el 30 de abril. Su último acto oficial importante fue nombrar
al almirante Karl Dönitz como sucesor suyo en la jefatura del Estado.
La única opción que le
quedaba a Dönitz, que había sido leal a Hitler, era rendirse. Su representante,
el general Alfred Jodl, firmó la rendición incondicional de todas las Fuerzas
Armadas alemanas en el cuartel general de Eisenhower, establecido en Reims, el
7 de mayo. Las tropas alemanas de Italia ya se habían rendido (el 2 mayo), al
igual que las de los Países Bajos, el norte de Alemania y Dinamarca (4 de mayo).
Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña declararon el 8 de mayo el Día
de la Victoria en Europa. La rendición incondicional completa entró en vigor un
minuto después de la medianoche, una vez firmado en Berlín un segundo documento
que también suscribió la URSS.
Derrota de Japón
El final de la guerra
no se avistaba, a pesar de que la situación de Japón era desesperada a
comienzos de 1945. La Armada japonesa ya no volvería a operar a pleno
rendimiento, pero la mayor parte del Ejército se encontraba en buenas
condiciones y estaba desplegado en los archipiélagos y en China. Los japoneses
dieron una muestra de lo que aún podía esperarse de sus fuerzas recurriendo a
las actividades de los kamikazes (en japonés, ‘viento divino’), ataques aéreos
suicidas, durante los combates en la isla filipina de Luzón.
A lo largo de todo el
conflicto, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña habían llevado a cabo
un gran proyecto científico e industrial para el desarrollo de armas nucleares,
y creían que Alemania estaba investigando en el mismo campo. No se disponía de
suficientes cantidades de los elementos principales, uranio y plutonio
fisionable, antes de que concluyera la guerra en Europa. La primera bomba
atómica se hizo explotar en un ensayo realizado el 16 de julio de 1945 en
Alamogordo (Nuevo México, en Estados Unidos).
Se habían fabricado dos
bombas más, y comenzó a plantearse la posibilidad de emplearlas contra Japón
para conseguir su rendición. El presidente estadounidense Harry S. Truman
permitió que se lanzaran estos dos artefactos porque, según explicó, creía que
podrían salvar miles de vidas; la primera cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto,
y la segunda se lanzó sobre Nagasaki tres días después. Los cálculos de Estados
Unidos indican que fallecieron entre 66.000 y 78.000 en Hiroshima y que el
número de víctimas en Nagasaki fue de 39.000. Los japoneses estiman que las
bajas ascendieron a un total de 240.000 personas. La URSS declaró la guerra a
Japón el 8 de agosto e invadió Dongbei Pingyuan (Manchuria) al día siguiente.
Japón anunció su rendición
el 14 de agosto, aunque no fue totalmente incondicional debido a que los
aliados habían acordado permitir que el país mantuviera a su emperador. La
firma oficial se realizó en la bahía de Tokio a bordo del acorazado Missouri el
2 de septiembre. La delegación aliada estaba encabezada por el general
MacArthur, que pasó a ser el gobernador militar del Japón ocupado.